Muchas empresas al día de hoy continúan ofreciendo los mismos incentivos que hace dos, cinco o incluso más años para que los usuarios les dejen sus correos electrónicos.

Pero los tiempos han cambiado drásticamente, al igual que la forma en que los potenciales clientes interactúan con las marcas. Hoy sus expectativas y exigencias son distintas y la mayoría de las personas no deja su correo electrónico en cualquier lugar, tienen que recibir a cambio algo valioso, algo que realmente valga la pena el intercambio.

Esto significa que es hora de ir más allá de entregar meros descuentos de inscripción o de simplemente pedir el correo electrónico a cambio de un newsletter semanal de noticias.

Con la enorme cantidad de información que tenemos dando vuelta por la nube, de todo tipo, forma y color, seguir ofreciendo lo mismo que todo el mundo ya no alcanza.

Algo tenemos que hacer. Y ese algo implica brindar información útil, necesaria, que agregue valor, que resuelva problemas, que eduque y que nos caracterice como formadores de opinión y verdaderos especialistas en nuestra materia.

Igualmente, lo importante aquí más allá de generar contenido atractivo y útil que justifique que un usuario nos deje su correo electrónico no es en sí mismo el simple hecho del trueque. No es tampoco pensar que ahora que tenemos su contacto vamos a estar ofreciéndole nuestros productos o servicios hasta que nos compre.

Hoy, más que nunca, y teniendo en cuenta que los roles han cambiado totalmente, que los usuarios tienen un enorme poder que años atrás no tenían, lo más importante es construir relaciones que perduren a lo largo del tiempo.

Hoy debemos conquistar a los usuarios, para que su experiencia de compra y de post compra sea única e inigualable. Porque un cliente contento vale oro. Porque un cliente satisfecho será nuestro principal recomendador, será un vendedor más de nuestros productos o servicios.

Es ahí donde debemos enfocar todos nuestros esfuerzos de marketing: en la experiencia del usuario.

Teniendo en cuenta esta afirmación, es hora de trabajar en base a los tiempos y necesidades de los clientes. Es hora de entregarles contenidos que para ellos sean importantes. Es hora de saber cuáles son sus intereses para estar a la altura de sus exigencias. Es hora de saber cuáles son sus comportamientos para saber qué ofrecerles.

Entonces, si queremos que más gente lea, vea, consuma, comente y comparta nuestros contenidos debemos escucharlos y saber qué es lo que necesitan.

Y para que esto ocurra debemos contar con la tecnología necesaria que nos permita recolectar una enorme cantidad de información de cada uno de estos usuarios, para interpretarla como corresponde, valorarla y puntuarla, y luego saber cuál es el mensaje correcto que debemos transmitirle a cada persona en particular.

Esa será la manera para que ellos mismos sean quienes nos busquen y nos confíen sus datos, para así comenzar a generar diálogos, a construir relaciones, a entregarles contenidos que los ayuden a resolver los problemas que se les presentan día a día.

Por ende, si queremos que las personas nos den sus correos electrónicos, primero debemos escucharlos y saber qué es lo que necesitan, para luego elaborar las piezas de contenidos que mejor se ajusten a sus intereses.

Así, más gente nos buscará. Así, tendremos más diálogos con millones de usuarios al mismo tiempo.